Un puñado de amor
Allison sonrió y miró al reencuentro con amor en el corazón. Dijo que sólo había vivido con los cachorros unas pocas semanas, pero tuvo que admitir que los pequeños alborotadores crecieron en ella. “Eran un puñado, pero los quería. Tanto como al resto de mis cachorros” La idea de que los pequeños comunicaran este mensaje a su verdadera madre era más que especial.
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