En el recinto
Cuando Allison llegó al recinto de las panteras, se moría de ganas de volver a verles las caras. La jaula era enorme, con mucha vegetación, como en la selva. Tal vez no vería a los dulces, lo que también estaba bien. Sabía que estaban allí y que volvían a estar a salvo. Eso era lo único que importaba. Pero después de unos minutos, Allison vio a los dos cachorros corriendo hacia la zona vallada donde ella estaba.
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