Jugueteando
Para sorpresa de Maggie, la mujer no hizo ningún comentario sobre el comportamiento de su marido. Pareció renunciar a sus intentos y aceptar la situación. Se sentó en silencio y mantuvo la mirada baja mientras sus manos seguían jugueteando bajo la mesa. Para Maggie estaba claro que la mujer estaba nerviosa. Lo cual preocupaba a la camarera.
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