Otra manera
Angie dijo que los médicos decían que no había nada malo con su fertilidad. Era sólo que su útero no aceptaba una vida. “Se nos partió el corazón cuando el médico nos explicó que no íbamos a poder tener hijos de forma normal”, cuenta Angie. Pero según su médico, podían probar otro método. Y consistía en pedir ayuda a una madre de alquiler. “Y queremos pedírtelo a ti, Judith”
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