Un hombre no deja de mirar a una mujer, que rompe a llorar cuando descubre el motivo

Empezando

Becky no se lo podía creer. “Los milagros ocurren, supongo”, fue lo único que dijo. Poco después de la visita de Becky, comenzó el tratamiento del padre de David. El anciano estaba nervioso porque su frágil estado le hacía aún más difícil levantarse de la cama, y mucho más ir a un hospital. Pero el anciano reunió fuerzas para ir con David y Becky a su lado. Y menos mal que lo hizo.