Se cerró de golpe
Pero no había tiempo para reaccionar ante el grosero rechazo de aquella mujer. Antes de que Martin se diera cuenta, la puerta volvió a cerrarse de un portazo y oyó cómo se cerraba. Después, la mujer cerró las persianas del despacho y dejó a Martin y a Toby a su suerte en la calle. Martin se quedó allí, confuso y derrotado.
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