Un hombre ayuda a una anciana con la compra, palidece cuando se presenta en su casa con la policía

Interrupción inesperada

“¡Alto!”, resonó la voz en el pasillo. Danny y los dos agentes se detuvieron en seco y se giraron para ver a quién pertenecía la voz. Se sorprendieron al ver que pertenecía a Vera, que los miraba decidida mientras se acercaba al grupo. “¿Qué quiere?”, murmuró el agente Dyke con voz irritada. Mientras tanto, el corazón de Danny se aceleró con esperanza y miedo, inseguro de si sus próximas palabras le ayudarían o no.