Petición de ayuda
Claire, aún angustiada, explicó la grave situación de su casa y pidió a la policía que acudiera lo antes posible. Por suerte para ella, una unidad de expedición estaba en el vecindario y podía llegar en menos de diez minutos. Cuando llegó el coche de policía, los agentes vieron a una temblorosa Claire sentada nerviosamente en la silla del porche.
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