Clara y concentrada
“¡No puede ser!”, exclamó de repente. La voz se le quebró a mitad de la frase y la vista se le nubló mientras se apresuraba a cruzar la puerta. Aunque Diana sentía que el pánico se apoderaba de ella, tenía la mente clara y concentrada en una sola cosa. Tenía que alejar a su hija de allí, de aquel hombre.
Page 29 of 50