Sigiloso
Emma parpadeó varias veces para que sus ojos se adaptaran a la luz repentina. Alguien había encendido la lámpara del pasillo, que iluminaba parcialmente el altillo en el que se encontraba. Mientras contenía la respiración, se arrastró hacia las escaleras cuando el sonido llegó desde abajo. Entonces, el corazón le dio un vuelco.
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