Una mujer cuida durante años a un millonario ciego y llama a la policía cuando revela su identidad

Labios sellados

En la comisaría, llevaron al hombre misterioso a una sala de interrogatorios, pero daba igual lo que intentara la policía; los labios del hombre permanecían sellados. Emma observó con frustración lo que el hombre estaba pensando. Podía hacer un trato con la ventaja que tenía: Henry. ¿Cómo iban a resolver esto?