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No como estaba previsto
El día en que se desató el infierno empezó bastante normal. Kevin había planeado un día en el bosque para dar un paseo ligero. Le encantaba hacerlo siempre que podía, sobre todo cuando lo combinaba con hacer fotos de la naturaleza. Pero esa sensación de relajación cesó cuando vio algo por el rabillo del ojo.
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