Aprender lecciones viables
Las dos hijas jugaron juntas y enseguida congeniaron. Con ese prometedor comienzo, acordaron venir todas las semanas a jugar. Los dos padres también se hicieron muy amigos. Kevin también aprendió una buena lección aquel día. Nunca juzgues un libro por su portada. Sé abierto y deja entrar a la gente.
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