Niña descubre un animal raro en su jardín — el veterinario se queda helado

Se hicieron planes

Partirían hacia el lago a la mañana siguiente. No había forma de cancelar las citas con el veterinario para ese día, de lo contrario se habrían marchado inmediatamente. Mia y Regina durmieron nerviosas, pero a la mañana siguiente se despertaron con una llamada inquietante. Era el veterinario. “¡Ven aquí rápido!”