Advertisement
¿Y ahora qué?

Las manos de Regina temblaron ligeramente. “Si estaban tan desesperados por recuperarla”, dijo lentamente, “¿qué pasará cuando se den cuenta de que no está aquí?” El veterinario no respondió de inmediato. Se limitó a mirar la puerta rota y suspirar pesadamente. Ese solo pensamiento ya era suficientemente aterrador.
Page 53 of 100